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Pregunta:
Mi hijo de 6 años ha estado mostrando un comportamiento negativo recientemente, tal como el aventar cosas, es grosero con sus hermanas e ignora mis instrucciones. He intentado técnicas de modificación de conducta que han tenido éxito en mi trabajo como Especialista en Salud Mental con otros niños, pero no son efectivas con mi propio hijo. El solo ve a su padre una vez a la semana y me pregunto si esto podría ser la raíz de estos problemas de comportamiento. ¿Qué puedo hacer para ayudarlo?
Respuesta:
Usted tiene una causa para estar preocupada por el reciente cambio de conducta de su hijo. Cuando un niño que normalmente se porta bien comienza a tener problemas de conducta, puede ser una indicación de problemas arraigados profundamente, tales como: sentimientos sin resolver acerca del trastorno en la estructura familiar. No obstante, aun cuando parte del comportamiento de su hijo sea atribuido a la falta de tiempo con su padre, no es en su totalidad la única causa de su cambio.
Hay momentos en el desarrollo de un niño cuando se convierte importante para él o ella el identificarse con el padre de su mismo sexo. Esto no significa que el tiempo y cuidado que da el padre del sexo opuesto no sea importante. Solo significa que él está buscando relacionarse con alguien que sea de su mismo sexo, tal como su padre.
Me parece que su hijo es el único varón en la estructura familiar. Esto podría ser difícil de entender para él. Pero en lugar de estar adivinando lo que siente, usted debe primero indagar qué es exactamente lo que él está sintiendo y dar los pasos necesarios para que el vuelva a la normalidad.
Primero, siéntese con él y pregúntele que explique en sus propias palabras lo que está ocurriendo. Guíe la conversación haciendo notar como solía comportarse bien y como han cambiado las cosas. Explíquele que él necesita comunicarle a usted lo que cree que va mal antes de que usted pueda ayudarle a mejorar las cosas. Segundo, cuando él empiece a decirle a usted sus sentimientos, hágale saber que está bien tener esos sentimientos; sin embargo, el responder con una conducta negativa no es aceptable. Hay mejores maneras para manejar la confusión y los sentimientos de enojo.
Con respecto a su padre, pregúntele acerca de sus sentimientos y que le gustaría en particular que pasara en la relación con su padre. ¿Cómo van las cosas cuando él está con su papá? ¿Qué es lo que hacen juntos? Recuerde que usted está escuchando sus sentimientos. Esto no significa que usted le va a dar todo lo que quiera o que usted está aceptando su comportamiento como resultado. Usted está solo preguntándole que en sus propias palabras le diga lo que piensa y lo que siente.
No haga promesas que no podrá cumplir. Tranquilícelo en el sentido de que usted hará lo que pueda para que las cosas mejoren, siempre y cuando él también esté dispuesto a intentar un cambio.
Lo siguiente es hablar con su padre y elaborar un plan como padres. Cualquier cosa que decidan debe ser razonable y consistente. La consistencia es vital, puesto que le proporcionará estabilidad a su hijo. Una vez que usted entienda lo que ocurre mientras él visita a su papá, usted tendrá una idea de lo que necesita cambiar para que la conexión con su hijo se fortalezca.
Los niños a veces llegan a ser desafiantes, como una manera de expresar su frustración y para atraer la atención. Esto puede ciertamente cambiar una vez que su hijo sienta que es importante para su padre, que hay interés y compromiso en la relación. Los chicos valoran el tiempo y la atención más cuando se trata de interactuar con un padre al que no ven frecuentemente.
Su hijo no debería sentir que él debe mejorar la relación. Su padre tiene que hacer un esfuerzo para mejorarla, dándose cuenta que al hacerlo, el resultado será un padre y un hijo más felices.
El hecho de que su hijo aviente cosas cuando no se sale con la suya, podría ser el resultado de una relación de desafío entre padre e hijo. Pero también podría ser por otras razones. Algunas veces los niños pierden los estribos porque quieren lo que quieren, cuando lo quieren. Ellos piensan que la atención negativa es mejor que no tener atención en absoluto.
Trate de hablar con su hijo en referencia al porque él decide responder de esta manera. Explíquele que el hacer eso solo traerá como resultado lo opuesto a lo que él desea. Que no se saldrá con la suya cuando actúa de manera inapropiada. El mismo principio aplica cuando es grosero con sus hermanas y el no escucharla a usted. Pregúntele como se sentiría si alguien lo tratara a él de la misma manera que él trata a sus hermanas o si alguien no lo escuchara cuando él está diciendo algo importante.
Intente un juego de representación de roles. Pídale que ponga en palabras como se siente cuando lo tratan sin amabilidad o es ignorado. Esto le mostrará que sus acciones afectan a otros y traen consecuencias.
Mientras su hijo esté trabajando en la relación con su padre, usted deberá enfrentar su comportamiento negativo. Es necesario que haya consecuencias por sus acciones. Haga que su hijo participe y contribuya en las posibles consecuencias. Si son apropiadas, refuércelas. De esta manera, cuando él pierda un privilegio (consecuencia) en lo que él estuvo de acuerdo, entenderá que usted no lo está castigando sin una razón.
Quizá un sistema grafico sería un buen recordatorio visual de las recompensas y las consecuencias. El podrá ver, con calcomanías o estrellas, cuando su comportamiento ha sido apropiado y le beneficia y cuando ha sido inapropiado e impacta su vida diaria negativamente. Es importante <strong>ser consistente</strong>. Sus payasadas no darán resultado.